January 4, 2016

Abstract, China’s Relations with the Latin American and Caribbean Countries: A Peaceful Panda Bear instead of a Roaring Dragon by Richard L. Harris

:::::: Abstract ::::::


by Richard L. Harris

The Western academic literature and media coverage of the increasing economic and political relations between the People’s Republic of China (PRC or China) and the Latin American and Caribbean countries contains biases, fears, and misinformation about those relations. Closer examination reveals that Chinese trade, investment and loans have supported the left-leaning governments in the region that are attempting to develop alternative postcapitalist societies. China’s leaders seek allies among the developing countries to join with them in creating a new multipolar and more equitable global order. The PRC has launched a new economic strategy that makes consumer demand the main engine of China’s economic development. It seeks to boost productivity, reduce the country’s growing income disparities, and pursue an environmentally sustainable path of economic development based on advanced high-value and clean manufacturing technologies and renewable sources of clean energy. The PRC’s goal of developing a new ecological civilization will provide opportunities for the Latin American and Caribbean economies to export a more diversified basket of goods to China and attract Chinese investments and loans into new areas such as renewable energy.
La literatura académica occidental y la cobertura mediática de las crecientes relaciones económicas y políticas entre la República Popular China (RPC o China) y los países de América Latina y el Caribe incluyen prejuicios, miedos, y desinformación respecto a esas relaciones. Un examen más detenido revela que el comercio, la inversión, y los préstamos chinos han apoyado los gobiernos de izquierda en la región que intentan establecer sociedades alternativas post-capitalistas. Los líderes chinos buscan aliados entre los países en vías de desarrollo para aunar esfuerzos en la creación de un nuevo orden global multipolar y más equitativo. La RPC ha lanzado una nueva estrategia económica colocando la demanda consumidora como motor principal del desarrollo económico chino. Busca impulsar la productividad, reducir las crecientes disparidades de ingresos en el país, y emprender un camino sostenible de desarrollo económico en base a tecnologías avanzadas de alto valor y de manufactura limpia junto con fuentes renovables de energía limpia. El objetivo de la RPC de promover una nueva civilización ecológica brindará oportunidades para la exportación de parte de las economías latinoamericanas y caribeñas de una canasta más diversificada de bienes a la China y de atraer inversiones y préstamos chinos en nuevas áreas como la energía renovable.

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Latin American Perspectives
November 2015 vol. 42 no. 6 153-190

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