June 12, 2017

Political Report # 1252 Un Triunfo por Construir Lo mas difícil no es hacer la revolución, es mantenerla

El 2 de abril de 2017 los ecuatorianos nos enfrentamos a dos opciones: terminar con el Gobierno de la Revolución Ciudadana a cualquier precio o fortalecer una década de transformaciones históricas que han hecho de nuestro país un referente mundial de buen gobierno. A pesar de la reñida contienda, la Revolución Ciudadana ganó las elecciones. Ahora, la tarea urgente es analizar cuáles fueron las debilidades que pusieron en riesgo este proceso y a partir de ello mirar hacia adelante.
Los resultados de las elecciones 2017 nos impulsan a repensar la ruta que como Movimiento País hemos tenido en este proceso. Aunque se logró el triunfo, la respuesta del electorado no fue la esperada. En Europa, Asia y Oceanía, por ejemplo, el Movimiento obtuvo el 54,02% de los votos, frente a la votación arrasadora del 2013, cuando logró el 82,25% de respaldo. En este caso, el desafío es que el proyecto de la Revolución Ciudadana vuelva a ser la apuesta de la gran mayoría de los ecuatorianos en Europa, estando aún más cerca de la realidad de nuestra comunidad migrante.

Hacer política fuera del país es una tarea compleja. No es fácil mantener la misma cohesión y el compromiso de un movimiento dentro del Ecuador que en una nación ajena a nuestra realidad, donde la conexión con el Estado solo se produce a través de medios virtuales. Por eso, las misiones consulares -la cara visible del Gobierno en el exterior¬- se han convertido en aliados clave para acercarse a la comunidad ecuatoriana. Es necesario que Alianza País en el exterior esté más cerca del trabajo comunitario de nuestros consulados y embajadas, así como de las iniciativas independientes de la comunidad migrante. 
Por otro lado, fue claro que la oposición no pudo representar el cambio que suponían abanderar. No hubo apoyo suficiente para que ese rostro alcanzara a representar el inconformismo de ciertos sectores. Los logros históricos de la Revolución Ciudadana fueron la única y mejor carta de presentación en la contienda electoral. Sin embargo, lo paradójico en el exterior fue el apoyo que lograron agrupaciones como CREO y PSC, a pesar de que representan las fuerzas políticas que provocaron la expulsión de miles de familias ecuatorianas. Para muchos, parecería que la corrupción de Bucaram, las traiciones de Mahuad, el manejo mafioso de los hermanos Isaías, el secuestro socialcristiano de la justicia...  no significaron nada en el colapso de la institucionalidad ecuatoriana a fines del siglo pasado. La pobreza se parchaba con migajas o con las "ayudas" falsas de la cooperación internacional, jamás con políticas de Estado.
A muchos se les olvidó que aquellas vergonzosas élites -que por décadas gobernaron el país- jamás intentaron siquiera alguna salida real del subdesarrollo, como sí lo hizo la Revolución Ciudadana. Ejemplos concretos de estos logros históricos son las más de dos millones de personas que salieron de la pobreza, la gratuidad de la educación, la ampliación y el mejoramiento de los servicios de salud, el impulso a la producción nacional y el mejoramiento de los servicios consulares para una atención digna de nuestros migrantes.
Si después de toda la transformación que significó el Gobierno de la Revolución Ciudadana su continuidad estuvo desafiada, es quizá porque no hemos sabido acompañarla con un cambio de consciencia social. El compromiso de los pueblos con su nación se trabaja, se educa, con paciencia y durante años. Jamás vendrá por añadidura.
Los retos en esta nueva etapa de la Revolución Ciudadana tienen que ver con la forma, no con el fondo. La ruta que ha tomado nuestro país es la correcta y ha sido ratificada en las urnas. Corresponde al Movimiento País en el exterior, junto a los asambleístas electos, abanderar aún más los logros y profundizar la relación con la comunidad migrante, acompañando el trabajo comprometido que vienen realizando muchos de nuestros consulados y embajadas. De esta manera podremos mirar y caminar finalmente hacia delante.




No comments:

Post a Comment